George Orwell (cuyo verdadero nombre es Eric Blair, 1903-1950) es conocido como un escritor que combatió al totalitarismo en la primera mitad del siglo XX. Sus dos últimas creaciones, Rebelión en la granja en 1945 y 1984 en 1949, dejaron una profunda marca en las mentalidades en virtud del contexto del estalinismo y de la Guerra Fría. Pero es integrándolos en la trayectoria literaria e intelectual de Orwell como se toma la medida de una obra que se fijó ante todo como objetivo ?hacer de la escritura política un arte con derecho propio?. Esta obra no se comprende sino a partir de una decisión literaria inflexible de descubrimiento de la alteridad social. Fue en España, junto a las milicias anarquistas del frente de Aragón, donde Orwell tomó conciencia de la impostura de una revolución comunista dominada por los ?intelectuales?, a su juicio ?la fracción más inútil de la clase media?. Su obra estará consagrada a la búsqueda de las condiciones políticas y morales de un ?socialismo democrático? que esté de acuerdo con la tradición cívica de la ?gente común y corriente? y de la common decency (la ?honestidad común?), y con la crítica radical de sus falsificaciones, cuyos móviles no cejará en develar hasta en el corazón de nuestra modernidad. Así, 1984 será la descripción de esa voluntad totalitaria de destrucción del espíritu, establecida sobre la neolengua y el doblepensar, los fundamentos modernos de la dominación.