Testigo capital de nuestro siglo, Hannah Arendt construyó su obra a partir de las relaciones entre el ?ser ciudadano? y la actualidad del mundo. No habría podido ser de otro modo, puesto que la historia se confundía, para ella, con su propia vida. Obligada por causa del nazismo a dejar Alemania donde estudiaba filosofía con Jaspers y Heidegger, exiliada primero en Francia y luego en los Estados Unidos, aquella que se sentía ?en deuda con el mundo? reflexionó, interrogándose sobre el poder y sobre su propio destino. En ese sentido, su libro más célebre, Los orígenes del totalitarismo, constituye la narración dramática de los acontecimientos de la Europa de loa años treinta y cuarenta. Esmerada en identificar las rupturas de la sociedad europea a la luz de la pérdida del mundo común y del debilitamiento del ?ser ciudadano?, Hannah Arendt ofrece una nueva comprensión de nuestra propia situación, entre el pasado y el porvenir, sin el apoyo de autoridades ni de tradiciones. Pensadora de Nuestro tiempo, reconoció la fragilidad del hombre. Pero también mostró su capacidad para imponer un sentido a su vida social y moral gracias a las experiencias fundamentales de la vida pública.