Novelista, dramaturgo, antropólogo, ensayista y moralista, premio Nobel de literatura en 1981, Elias Canetti es un escritor inclasificable, reacio tanto a los dogmas como a las ideologías, y que hizo todo lo posible para no erigirse como maestro. Hostil a los sistemas de pensamiento con vocación totalizadora, el pensamiento de Canetti, a primera vista, puede parecer bastante desconcertante, a tal punto que es difícil identificar la forma unitaria que le confiere de entrada su significación. Sin embargo, si sus motivos son innegablemente plurales, la obra de Canetti no deja de estar sustentada por la preocupación de dar todo su sentido a la posibilidad para los hombres de resistir, burlándose en particular de las identidades congeladas, a un poder que estructuralmente tiene necesidad de infligir la muerte para actuar. El libro de Nicolas Poirier privilegia el aspecto más directamente político de la obra de Canetti: a partir principalmente de la antropología de la cultura elaborada por Canetti en Masa y poder, su única obra teórica, se da por objeto resaltar las temáticas y problemáticas relevantes de la reflexión llevada a cabo por Canetti en lo referente sobre todo al poder y su lazo con la muerte, pero también, más ampliamente, sobre la capacidad humana de constituir comunidad sin sucumbir a las patologías que encierran al hombre en una identidad que pretende exclusiva.